jueves, 22 de julio de 2010

LOS VENCEDORES SIEMPRE SOBRE-ESCRIBEN NUESTRA HISTORIA

Bien sabido es que la historia la escriben los vencedores. Y eso con frecuencia nos hace olvidar que en la guerra todos somos víctimas. Independientemente del origen del conflicto o de quien lo inició lo cierto es que millones de personas inocentes, ajenas a los intereses de dirigentes y políticos, subvencionan con sus vidas los costes de la guerra.


Soy hija de español y de alemana, por lo que llevo en mi sangre el horror de dos guerras que marcaron a mis abuelos y a mis padres. La educación que he recibido de ellos me ha hecho consciente de la recencia de dichos hechos en mi memoria genética. Mi nacimiento ha sido un cúmulo de buena suerte que ha posibilitado que mis padres tuvieran la oportunidad de llegar a conocerse, por el simple pero significativo hecho de haber sobrevivido a dos guerras.

Puedo sentir la rabia y la desesperación de mi abuela, desplazada de su ciudad natal, Königsberg, Prusia Oriental (actualmente Kalinigrado, Rusia) con una niña de apenas tres años, tras ver cómo ésta quedaba reducida a cenizas tras el bombardeo de las Royal Air Force británicas a finales de agosto de 1944. Millones de personas que perdieron la vida o la de sus seres queridos, pero no sólo eso, sino que perdieron su hogar, su cultura e incluso su identidad.

Me siento prusiana, no alemana. Nunca he conocido ni conoceré la ciudad en la que nació mi madre, porque lo único que queda de ella son los recuerdos en la memoria de los que aún sobreviven. Y es por eso que mi sangre no olvida de donde proviene. Siento la pérdida de un hogar que nunca conocí a través del sufrimiento de mi abuela y mi madre. Y aunque no apoyo la apología nazi en absoluto, no apruebo lo que los aliados hicieron con mi ciudad y con mi gente. Culpo a los que apoyaron el nacionasocialismo alemán por haber iniciado el horror, por haber torturado y asesinado a sus compartiotas (puesto que los judíos eran tan alemanes como cualquier otro alemán), a personas inocentes, por haber causado sufrimiento a todas sus víctimas. Pero también culpo a los Aliados, a los que permitieron que se nos castigara a justos por pecadores, a quienes no fueron mejores que los propios nazis. Lo mismo da que da los mismo, asesinar es asesinar. Mi abuelo murió en el frente de castigo por no apoyar una causa injusta e inhumana, a pesar de ser miliar profesional y un gran patriota (que no nacionalista), pero mi abuela sobrevivió de milagro a los ataques de aquellos que alardeaban venir defendiendo los derechos humanos y la libertad.

¿Por qué siento que debo disculparme por algo de lo que no soy responsable? No los soy yo, ni lo es mi madre, ni mis abuelos. ¿Por qué un inglés no se disculpa por la aniquilación de mi gente, perpetrada por sus padres y/o abuelos únicamente para demostrar su capacidad destructora, cuando la guerra ya estaba decidida? ¿Por qué un ruso no se disculpa por dejar morir de hambre y enfermedad a los pocos que quedaron?

En los libros de historia no cuentan cómo los aliados saquearon, asesinaron y violaron, en los libros lo llaman “liberar”. En los manuales no cuentan cómo los rusos, tras acabar con las “labores de limpieza” que tan amablemente comenzaron los británicos, dieron el golpe de gracia expulsando y deportando a los alemanes que habían quedado. Nos habían arrebatado todo: la vida, la patria, la historia.

Hablo de la gente corriente, de las madres, hijos, hermanos, familias como las de nuestros días, para las que todo futuro se truncó por unos intereses que prevalecieron a expensas de sus protagonistas. Hablo de mujeres embarazadas, de bebés y de niños que perecieron asesinados por un sinsentido que a día de hoy sigue repitiéndose en tantos y tantos lugares del planeta.

Y escribo esto para que no se olvide esa parcela de historia que fluye en las venas de los que descendemos del sufrimiento, de los que también podemos considerarnos supervivientes de la guerra. Porque debemos estar agradecidos por estar aquí y aprender para que nuestros hijos no tengan que llevar el peso de otra guerra a sus espaldas. Porque debemos saber que su futuro puede no llegar a ser nunca si olvidamos que el nuestro se lo debemos al azar.

Yo me siento prusiana, parte de una nación fantasma ligada a mis genes de por vida.

miércoles, 19 de mayo de 2010

VIDA Y MUERTE DE RONNIE JAMES DIO- DIOS DEL HEAVY METAL




Ronnie James Dio nació en el seno de una familia ítaloamericana en New Hampshire el 10 de julio de 1942 bajo el nombre Ronald James Padavona.

La familia se traslada a Nueva York, donde Ronnie da sus primeros pasos en la música aprendiendo a tocar la trompeta. En 1957 entra a formar parte como bajista en un grupo llamado The Vegas Kings, pasando a ser cantante en el mismo y cambiando el nombre a Ronnie and the Rumblers y posteriormente a Ronnie and the Redcaps. En 1961 el grupo pasa a ser Ronnie Dio and the Prophets, grupo que se disolvió en 1967, dando paso en 1969 a The Elves, posteriormente Elf. Es entonces cuando Ritchie Blackmore, guitarrista de Deep Purple, recluta a Dio y a otros compañeros de Elf para formar la mítica banda Rainbow, que lanza su primer álbum en 1975. La relación creativa se acaba en 1979 tras la publicación de su tercer álbum. Ese mismo año pasa a formar parte de la banda Black Sabbath, sustituyendo así a Ozzy Osbourne que fue expulsado por sus problemas con las drogas. En 1982 Dio abandona el grupo para dar paso a su propia formación, Dio, con la que debuta en 1983 con el mítico Holy Diver (vuelve con Black Sabath fugazmente en 1992).

Ronnie James Dio, Tony Iommi y Geezer Butler, antiguos miembros de Black Sabbath, deciden seguir trabajando juntos y unirse para formar Heaven and Hell, haciendo una gira en 2007/2008 tocando temas de Balck Sabbath. En 2006 se firmaba un acuerdo por el cual no podía utilizarse el nombre de Black Sabbath sin Ozzy Osbourne, por lo que optaron por ponerle al grupo Heaven and Hell, en honor al primer álbum que grabaron con Ronnie en 1980.

Ronnie James Dio se crió en una familia católica, pero no compartió sus valores. Se casó dos veces. Con su primera mujer Loretta Berardi adoptó un niño, Dan Padavona, nacido en 1968. Tras divorciarse se casó con Wendy Galaxiola, que también era su manager, con la que estuvo felizmente casado hasta su muerte.

El 25 de noviembre de 2009 Wendy anuncia en la página web de Dio que le ha sido diagnosticado un cáncer de estómago y que se inicia su tratamiento de inmediato:

"Ronnie has been diagnosed with the early stages of stomach cancer. We are starting treatment immediately at the Mayo Clinic. After he kills this dragon, Ronnie will be back on stage, where he belongs, doing what he loves best, performing for his fans. Long live rock and roll, long live Ronnie James Dio. Thanks to all the friends and fans from all over the world that have sent well wishes. This has really helped to keep his spirit up."

El 14 de marzo de 2010 actualiza la información sobre su estado con las siguientes palabras:

"It has been Ronnie's 7th chemo, another cat scan and another endoscopy, and the results are good – the main tumour has shrunk considerably, and our visits to Houston (cancer clinic in Texas) are now every three weeks instead of every two weeks."

Parecía que su salud mejoraba, los fans estábamos esperanzados, cuando el 4 de mayo de 2010 nos asolaba con esta triste noticia:

"Today my heart is broken, Ronnie passed away at 7:45am 16th May. Many, many friends and family were able to say their private good-byes before he peacefully passed away. Ronnie knew how much he was loved by all. We so appreciate the love and support that you have all given us. Please give us a few days of privacy to deal with this terrible loss. Please know he loved you all and his music will live on forever."


El legado del Dios del Metal Ronnie James Dio se extiende desde 1957 a 2010, dejando tras de si seis décadas de éxitos inolvidables y marcando la era del Heavy Metal. Extendió junto a Gene Simmons de Kiss el uso de los míticos cuernos del diablo o “Corna” como símbolo inconfundible de la cultura del Heavy Metal. Cuenta que este gesto lo adoptó de su abuela que solía hacerlo para mantener alejado el mal de ojo. Se usa también para echarle a otra persona el llamado “Maloccio”, típico de la superstición al sur de Italia.

Su carrera profesional:

Con Elf

· Elf (1972)

· Carolina County Ball (1974)

· Trying to Burn the Sun (1975)

· The Gargantuan (1978) Compilatorio

· The Elf Albums (1991)

Con Rainbow

· Ritchie Blackmore's Rainbow (1975)

· Rising (1976)

· Long Live Rock 'n' Roll (1978)

· Live In Germany '76 (1990)

Con Black Sabbath

· Heaven and Hell (1980)

· Mob Rules (1981)

· Live Evil (1982)

· Dehumanizer (1992)

· Under Wheels of Confusion (1996)

· The Sabbath Stones (1996) Sencillo

Con Dio

· Holy Diver (1983)

· The Last in Line (1984)

· Sacred Heart (1985)

· Intermission (1986)

· Dream Evil (1987)

· Lock up the Wolves (1990)

· Diamonds – The Best of Dio (1992)

· Strange Highways (1994)

· Angry Machines (1996)

· Anthology (1997)

· Inferno - Last in Live (1998)

· Magica (2000)

· Anthology, Vol. 2 (2001)

· Killing the Dragon (2002)

· Stand Up and Shout: the Dio Anthology (Elf, Rainbow, Black Sabbath y Dio) (2003)

· Master of the Moon (2004)

· Evil or Divine - Live In New York City - En vivo NYC (2005)

· Holy Diver Live (2006)

Con Heaven and Hell

· The Dio Years (2007)

· Live from Radio City Music Hall (CD & DVD) (2007)

· The Rules of Hell (2008)

· The Devil You Know (2009)

Videografía

· A Special from the Spectrum (VHS) (1984)

· Sacred Heart (DVD) (1986)

· Evil or Divine - Live In New York City (DVD) (2003)

· We Rock (DVD) (2005)

· Holy Diver Live (DVD) (2006)

· Aparece también en la película "Tenacious D" The Pick Of Destiny junto con Jack Black


Mi pequeño homenaje

Dio fue, es y siempre será uno de mis artistas favoritos, no sólo por su singular voz, su calidad como compositor y músico sino también por lo que fue como persona y ser humano.

Los amantes el Heavy, los que nos consideramos miembros de la cultura del Heavy Metal, hemos perdido a uno de nuestros iconos más representativos y queridos. Nuestro mundo nunca volverá a ser lo mismo sin él. El mundo del Heavy Metal está de luto...

Esperaba poder verle junto a sus compañeros de Black Sabbath en Heaven and Hell en su gira europea por España, pero desgraciadamente ya nunca podrá ser.

Este triste acontecimiento me ha reforzado como amante del Metal y me ha hecho ser consciente de que a pesar de que la nueva generación ha venido con fuerza, nuestros padres del Metal van desapareciendo poco a poco y con ellos la esencia, el alma del Metal. No hay que dejar que mueran en nuestras mentes pues nada muere si se mantiene vivo en los corazones. ¡Las leyendas nunca mueren!

Dio me ha recordado que no hay que dejar de lado los sueños sino que hay que luchar por ellos mientras estemos vivos, independientemente de lo que los demás piensen o dejen de pensar. Me ha recordado lo que representa para mi y para mis hermanos del Metal el Heavy Metal: la fuerza, las ganas, el poder!

El Dios del Metal vuelve con los suyos, nunca le olvidaremos.

¡Gracias Dio!


Don’t Talk to Strangers while you walk One Night in the City of Strange Highways. You better Walk on Water and Hide in the Rainbow for God Hates Heavy Metal. Black reigns in Fever Dreams so Stand up and Shout: We Rock! Your Sacred Heart is Hungry for Heaven, so see you in Heaven and Hell crossing the Gates of Babylon. My Eyes of Rock and Roll Children keep crying, for a Stargazer is Dying in America, bright like a Rainbow in the Dark… Becoming the Holy Diver…
Long Live Rock and Roll!



(este pequeño pupurri de sus temas más famosos se queda corto, pero sale del corazón, espero que os guste)



:__C

jueves, 22 de abril de 2010

Ay, Rafita, qué preguntitas me haces....




“¿Y qué pasa si la persona no quiere ser feliz?” Rafita

 
Una pregunta muy interesante, como diría el catedrático en respuesta a una incómoda pregunta.

La felicidad o la infelicidad como opciones de vida. Ciertamente la vida se constituye en tomas de decisiones constantes que abren caminos y cierran otros. Caminante no hay camino , se hace camino al andar. En este sentido nuestro camino puede estar lleno de piedras y malas hierbas en función de dos factores: las condiciones medioambientales (lluvia, polinización, tránsito...) y nuestro trabajo de limpieza (liberar el camino de piedras, quema de rastrojos etc.). El primer elemento es difícilmente controlable, pero el segundo depende de nosotros, lo que implica una toma de decisiones. Independientemente de nuestras habilidades como pseudo-forestales, nuestra condición física y conocimiento del medio, si no queremos tomarnos la molestia el camino seguirá sucio, embarrado, y asalvajado. Habrá quien le plazca esquivar pedruscos, quien interprete como un reto personal lograr no tropezar y romperse las piernas. Habrá quien disfrute del suave masaje de cardos acariciando sus piernas. Pero también los hay que se deleitan quejándose a cada paso. Culpan al cielo y a la tierra y a la mismísima Gea, olvidando que ellos también tienen un rol en sus propias vidas.

Posiblemente sea el miedo al fracaso lo que motive la pasividad de algunas personas, aletargándose en su propia melancolía. Parece más sencillo ser víctima de las circunstancias que fracasar abiertamente en los esfuerzos por solucionar los problemas. Porque si algo es común a todo ser humano son los problemas. Todos los tenemos, unos más y otros menos. Y lo que nos diferencia es la manera de enfrentarlos.

¿Es lícita la opción de no ser feliz? Puede que lo sea. ¿Es inherente a las personas la búsqueda de la felicidad? Filogenéticamente tiendo a creer que sí, por perpetuación de la especie, dado que los individuos felices tienen mayores posibilidades de sobrevivir (menores índices de estrés y mejor salud, más posibilidades de procrear etc). Sin embargo está demostrado que ontogenéticamente cada individuo es único. A lo largo del desarrollo se van determinando las tendencias conductuales, mediadas tanto por predisposiciones genéticas como por las experiencias vitales.

Aunque en principio pueda parecer contraintuitivo la opción de la infelicidad es válida y de hecho se da. Podríamos discutir a cerca de la ética de dicha opción, puesto que cada toma de decisiones afecta no sólo a la persona en cuestión, sino a su medio social. La propia libertad acaba donde empieza la del prójimo. En Psicología se dice que una persona necesita acudir al profesional si percibe tener un problema o si otras personas de su entorno lo consideran un problema. Es así que un niño que se hace pis en la cama puede no ser consciente del problema, pero los padres acuden al psicólogo para lograr un cambio conductual. Una persona que abusa de la bebida y niega los hechos muestra una conducta problema en el momento que ésta afecte a otras personas. Si nuestra elección de infelicidad daña a otras personas existe un problema.

Es discutible donde se encuentran los límites de nuestra libertad en lo que nos atañe a nosotros mismos, del mismo modo que lo es en lo que atañe a los demás. Nos quejamos porque Fulanito o Menganito han vulnerado nuestros derechos, nos han ofendido, nos coartan... pero no nos paramos a pensar si nosotros mismos estamos cayendo en esa misma falta.

Por lo que a mi respecta, hay que discernir dos cosas: el derecho a decidir y los actos egoístas. Uno puede tener derecho a tomar una decisión pero esta no dejar de ser egoísta o interesada por ello. Algunos suicidas apelan a su derecho a terminar con su vida, pero olvidan que es un acto abrumadoramente egoísta por lo que respecta a las personas que dejan atrás y que deberán vivir con las emociones que dicho acto implica. La eutanasia, dado el matiz que lo diferencia del suicidio, al ser considerado más un acto de piedad que de egoísmo (nos es más fácil ponernos en el lugar de un enfermo terminal que de un depresivo suicida), sería por ello una decisión más lícita. Pero tal vez estemos cayendo en el extremo del debate.

Hay personas que disfrutan de la infelicidad y viven con ella. A pesar de la aparente falta de lógica que emana de esta afirmación, nuestra cultura apela a este hecho en su literatura épica y romántica, en el cine, en la música... (I miss the comfort in being sad, Kurt Cobain). ¿Cuántos bohemios, románticos, poetas han sucumbido a sus trágicas vidas desbordantes de emociones?

Las personas tristes reciben refuerzos de sus seres queridos a diario. Muchos problemas de depresión se mantienen por los actos involuntarios e inconscientes, de las personas más cercanas a la persona. Les llamamos más por teléfono, les invitamos a salir , a cenar, les hacemos favores, ¡ les prestamos mucha más atención! ¿Es esta una forma de elegir ser infelices? Lo es, en tanto que las consecuencias son reforzantes y aumentan la conducta de tristeza. Obviamente hay casos que implican falta de habilidades sociales, de resolución de problemas, pensamientos obsesivos, ideas irracionales etc. pero ese es otro tema.

¿Cuántas veces habremos escuchado “ay, Menganita qué buena es, cuánto sufre”? Existe una aparente asociación entre lo que consideramos que es ser buena persona con la infelicidad. Tal vez porque las malas personas parecen ser muy felices (sobretodo las que tienen rasgos psicopáticos pues no muestran nada e empatía ni arrepentimiento). Esto desarma el popular dicho a cada cerdo le llega su San Martín que tantas veces nos ha servido de consuelo.

Es el momento de las conclusiones. Que cada uno saque las suyas, y si quiere que me lo cuente.


Por vcierto, interesante enlace al respecto:



http://www.google.es/imgres?imgurl=http://evolucionando.files.wordpress.com/2009/06/infeliz.jpg&imgrefurl=http://evolucionando.wordpress.com/2009/06/04/la-constante-infelicidad-puede-ser-el-paso-previo-a-la-locura/&usg=__Po-r4mR9_Mk13c_6jatJW7YfzCs=&h=384&w=300&sz=22&hl=es&start=26&itbs=1&tbnid=5TXkvLJZV-blNM:&tbnh=123&tbnw=96&prev=/images%3Fq%3Dinfelicidad%26start%3D20%26hl%3Des%26sa%3DN%26gbv%3D2%26ndsp%3D20%26tbs%3Disch:1

martes, 20 de abril de 2010

La felicidad y Maslow


Empecemos por unas breves definiciones...
La RAE define la felicidad del siguiente modo:


(Del lat. felicĭtas, -ātis).


1. f. Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien.


2. f. Satisfacción, gusto, contento. Las felicidades del mundo


3. f. Suerte feliz. Viajar con felicidad


En Wikipedia leemos:


La felicidad es un estado de ánimo caracterizado por dotar a la personalidad de quien la posee de un enfoque del medio positivo y un estado de paz interior. Es definida como una condición interna de satisfacción y alegría.


Mi personal definición, partiendo desde la Psicología, es que la felicidad se es aquel estado de ánimo caracterizado por una sensación de bienestar psicológico o psicofísico.


La felicidad es el fin último al que aspira la sociedad y sus individuos, del mismo modo que un estado busca alcanzar la categoría de estado de bienestar.


Por ende, un estado de bienestar, en teoría, garantizaría la felicidad de los individuos que lo componen si logra cubrir el espectro de necesidades que se incluye en la pirámide de Maslow (Abraham Maslow, 1943: A Theory of Human Motivation).


La autorrealización sólo es pensable en países desarrollados, inmersos en una economía relativamente estable y una gestión adecuada de los recursos que permita la existencia de una clase media acomodada. Dicha clase media – alta- que ve sus necesidades básicas cubiertas en lo que respecta a integridad física, su salud y su seguridad, y que además goza de riqueza social, afecto y reconocimiento, pueden dedicar recursos para trabajar en su propia autorrealización.


Una madre somalí que no tiene acceso al agua potable ni a alimentos, que no puede amamantar a su bebé famélico, difícilmente se va a plantear la posibilidad de desarrollar su creatividad artística, ni se preocupará de la moralidad de su tribu. Su única preocupación será el acceso al agua y a los alimentos, la supervivencia, el día a día.


Aún así, la incidencia de la depresión y los trastornos de ansiedad va en aumento en las sociedades desarrolladas. ¿ A qué se debe? En parte a la pérdida de valores y de identidad. Las necesidades no sólo están cubiertas sino que han sido superadas hasta llegar al consumismo y a la exacerbación de lo material. El poder adquisitivo ha permitido la creación de un nivel de necesidades superior, previamente inexistente, totalmente artificial que es el rotor de las sociedades del consumo. Cuantos productos que no necesitamos tenemos en nuestros hogares, que tal vez compramos y guardamos en un armario “por si las moscas” y que dejamos olvidado... Nos preocupa lo material y perecedero, el aspecto físico, la belleza, la ostentación. Alardeamos de coche, de móvil, de mp3.


El nihilismo es la Nada que se ceba en Fantasía. Devora las mentes de los jóvenes ante la pasividad de unos padres que únicamente se preocupan por cubrir necesidades pero no de educar. La búsqueda de la autorrealización tiene mucho de educacional. Las necesidades superiores son aprendidas hasta cierto punto, digamos que son motivadas o incentivadas por el entorno, del mismo modo que lo es la inteligencia. En mi opinión, un entorno familiar y social moral y educacionalmente empobrecido llevará a necesidades diferentes, orientadas al consumo, quedando en el mero reconocimiento.


Es difícil ser feliz en una sociedad de consumo. Nunca tenemos suficiente. El coche del vecino siempre será más grande, más nuevo, más caro. El trabajo del cuñado más prestigioso, mejor remunerado. La mujer del amigo más joven, más guapa, más lista. Aún cuando nosotros seamos el vecino, el cuñado o el amigo...nos veremos en un espejo distorsionado cual anoréxica cadavérica que se ve reflejada hinchada y corpulenta.


Los trastornos de la alimentación son otro síntoma de la infelicidad de nuestras sociedades. Anorexia y bulimia se ceban con muchas vidas cada año, consecuencia de las ansias de cumplir con las ambiciosas expectativas del medio que nos rodea. No hay que confundir la autorrealización, motivada intrínsecamente desde el individuo, con las conductas impregnadas de motivación externa, orientadas a cumplir o a agradar. Nada tiene de autorrealización la purga para adelgazar.


Las creencias de diverso tipo también influyen sobre la percepción de felicidad. Es así que por desconocimiento podemos creer que la felicidad se basa en aspectos de nuestra vida que en nada nos llenarían de felicidad. Pensamos que un cambio de ciudad nos haría felices, pero el problema es que somos de pensamiento pesimista y este nos seguirá allá donde vayamos. Hasta que no aprendamos a pensar en positivo podemos cambiar de ciudad mil veces que no seremos más felices. Es cierto que muchas veces estos aspectos están ligados a otros que definen nuestra felicidad. Un cambio de aires puede fomentar un cambio de pensamiento. El dinero no da la felicidad, pero ayuda, ¿o no? Si el dinero diera la felicidad las consultas psicológicas y psiquiátricas no estarían llenas de ricos. Pero sin dinero no podemos pagar ayuda profesional. He aquí nuevamente nuestra jerarquía de necesidades...


Pero dando un giro de argumentación me atrevo a decir que el camino de la autorrealización puede no conducir a la felicidad. Muchos creyentes dicen ser más felices a través de su religión. Otras en cambio son personas amargadas, que viven en el miedo y en la culpa infundada por su doctrina. Una gran amiga me dijo en una ocasión que el problema de los que se consideran racionalistas es que desechan el placer en si mismo porque no le encuentran una justificación racional. En palabras de mi estimada Patricia: en nuestra sociedad, posiblemente por herencia de la cultura católica, lo que hacemos es culpabilizarnos sin querer por disfrutar del placer. Y nos castigamos. Sentimos la imperiosa necesidad de justificarnos si disfrutamos del placer. Eso unido con una obsesión desacerbada por la moral nos hace tremendamente infelices. Yo estoy completamente de acuerdo con esta afirmación. En ocasiones, una orientación inapropiada de los esfuerzos de autorrealización conducen irremediablemente al fracaso.


De modo que se trata de encontrar el equilibrio, pues no existe una fórmula de la felicidad. Simple y llanamente se trata de una homeostasis. Una vez cubiertas nuestras necesidades más básicas pasamos a nivel de autorrealización, lo que nos abre un abanico de posibilidades que va desde la desdicha absoluta a la felicidad más pura. Desde mi experiencia personal hay opciones que benefician nuestro bienestar:


- desterrar los pensamientos autoculpabilizadores


- limitar la reflexión a lo necesario y no pensar en exceso, es decir, no obsesionarnos con pensamientos nocivos


- disfrutar de los momentos placenteros concentrándonos en ellos como si las demás emociones no existieran


- buscar día a día nuevos objetivos ajustados a la realidad que nos motiven desde el Yo (una meta demasiado alta sólo lleva a la frustración, hay que plantearse objetivos razonables y factibles)


- apartar a un segundo plano las expectativas de los demás y anteponer las nuestras (siempre que no vulneren los derechos y libertades de otros individuos o colectivos).

Propongámonos ser felices, ¡igual nos sale bien!

miércoles, 17 de marzo de 2010

HABLEMOS DEL IVA...


Antes de nada me gustaría aclarar que no soy economista y que por tanto mis conocimientos en la materia son limitados y por tanto puede haber equívocos. Por ello pido que si veis algún error no dudéis en hacérmelo saber haciendo un breve comentario para poder rectificar mis datos. Gracias.
¿Qué es el IVA? – IMPUESTO AL VALOR AÑADIDO
Es un impuesto indirecto que se aplica sobre casi todos los bienes y servicios producidos o comercializados en el desarrollo de la actividad de una empresa o un profesional.
Decimos que el IVA es un impuesto indirecto ya que la empresa que lo tributa no debe pagar la totalidad de él, sino sobre la ganancia bruta de cada operación. Quien debe pagar la totalidad del impuesto es el consumidor final, por lo que se dice que el IVA es un impuesto al consumo.
El valor agregado es el que explica en una cadena de comercialización el valor añadido de cada empresa que grava el impuesto. Es decir, hipotéticamente: la empresa “Bombillitas” fabrica bombillas y las vende a la empresa “Suministros Lamparitas”, que a su vez le vende al consumidor las bombillas, por un precio 7.31 Eu., pagando así el IVA del 16%, que es 1,008 Eu. Pero “Suministros Lamparitas” a su vez ha pagado a la fábrica “Bombillitas” un 16 % sobre el precio del producto, que es por ejemplo 4.00 Eu, lo que dan 0.64 Eu de IVA. Entonces, lo que “Suministros Bombillita” paga es el 16% de la ganancia de la venta, quiere decirse 1.008-0.64 = 0.368 EU.
¿Para qué pagamos el IVA?
EL IVA es un impuesto que sirve para sufragar las obras y programas gubernamentales en materia de ayudas sociales, salud, educación, infraestructura etc. Es por ello que en los llamados estados de bienestar, el IVA es más alto que otros estados que no invierten tanto en el bienestar social. Es una regla de tres, si el estado quiere ofrecer ayudas a los ciudadanos, si quiere invertir en programas de integración social, en pensiones, subvenciones para empresas, viviendas de protección etc, deberá subir el IVA o al menos no disminuirlo, pues no podría soportar el mantenimiento de dichas obras.
Es por ello también, que durante una crisis económica un estado se ve forzado a dar ayudas “extra” para mantener a flote la industria y la economía empresarial, por ejemplo, y esto significa un gasto importante que golpeará con fuerza las arcas de dicho estado. Cuando la crisis remite es el momento de recuperar las arcas para poder seguir ofreciendo ayudas y para implantar nuevos programas que suplan las nuevas necesidades que las circunstancias han creado. Para ello es necesario subir los impuestos, en este caso, el IVA.
Ahora, mi opinión personal
¿A qué nos lleva tanto quejarnos y quejarnos si nunca llueve a gusto de todos?
Si se bajan los impuestos, porque el estado no da ayudas y desampara al ciudadano, si los sube, porque le exprime el bolsillo...
A nadie nos gusta que nos suban el IVA pero al mismo tiempo exigimos una subida de pensiones, un aumento de ayudas a las PYMES, viviendas de protección para todos, una mejora en el servicio de sanidad público, programas de ayudas sociales... Creo que salta a la vista que esto es incompatible. Nos guste o no. Hay otras cuestiones que si pueden entrar a debate, como el momento que se escoge para elevar el impuesto, o el uso que realmente se haga de dicha recaudación. Pero opino que hay otras cuestiones que deberían ocupar nuestras protestas con más ahínco que esta, como es la implantación de parquímetros como forma de recaudar impuestos.
Como siempre, se politizan las reivindicaciones, dejando al margen los verdaderos intereses de la sociedad. Parece que los ciudadanos en ocasiones nos comportamos como borregos, no sé si por pereza de poner en funcionamiento nuestros cerebros, por ingenuidad irreflexiva o porque nos dejamos llevar impulsivamente olvidando la demora de la recompensa... Sea cual sea la razón, el camino de la discordia y la disputa de poderes no nos lleva a ninguna parte.
¿Es contraproducente la crítica constructiva, el diálogo, la colaboración?¡Lo es! Lo es, si eres político de la oposición y a lo único a lo que aspiras es a ocupar tu puesto en el gobierno, si los intereses del país son algo secundario y lo que prima es que tu partido desbanque al gobierno dirigente.
Lo que vivimos es claro reflejo de lo que siempre ha ocurrido en este país, independientemente de quienes ostenten el poder. La crisis mundial que vivimos, en este país, no es fruto exclusivo del gobierno; lo es de una mala gestión, ciertamente, pero dentro de la gestión no está la del gobierno, sino también la de la oposición (que conste que no hablo solo de PP) que en aras de quedar por encima y arrancar unos miserables votos olvida que su apoyo es vital para el bienestar de los españoles.
En definitiva, recogemos lo que sembramos y tenemos los políticos a los que votamos. Y por desgracia, esto es cierto, y lo vamos a ver en las próximas elecciones. Que los partidos se apiaden de nosotros....

jueves, 14 de enero de 2010

Abusas tú, abuso yo

Hoy me he levantado de la cama, tras una noche y una mañana de infatigable tormenta de aire y como buena convaleciente me trasladé al sofá y puse la televisión. Estaban dando un programa de debates en el cual habían invitado a varias personas para debatir sobre un tema que nunca deja de estar de moda: la violencia de género. Entre los invitados están dos mujeres importantes: Cristina Almeida y la jueza Sanahuja.

¿Dónde ha llegado esta sociedad en la que se confunden víctimas y agresores por igual?

¿Dónde queda el sentido de la justicia, la ley, las garantías que ésta debe ofrecernos?

¿Desde cuándo la presunción de inocencia es una atrocidad?

¿Desde cuándo garantizar los derechos de TODOS es fallar a las víctimas?

Es obvio que existe un problema en nuestra sociedad que afecta principalmente, aunque no únicamente, a las mujeres. Las características de nuestra sociedad, nuestra educación, las costumbres que arrastramos, en general pueden desproteger a las mujeres frente a diversos abusos. No sólo domésticos, sino también laborales y económicos. No hay duda alguna. A día de hoy, en muchas empresas las mujeres seguimos cobrando un sueldo inferior al de nuestros compañeros. Hay que luchar por la igualdad de derechos, sueldos, y oportunidades para ambos sexos.

Pero ni todos los hombres son maltratadores, potenciales o activos, ni todas las mujeres somos víctimas. ¿Cuándo hemos pasado a tolerar que una mujer pueda denunciar sin prueba alguna a un hombre y que dicho hombre sea condenado sin velar por su derecho más básico y fundamental: la presunción de inocencia? ¿ O acaso vivimos de nuevo en una dictadura, en la que no importa la verdad, en la que los derechos se reservan a unos pocos, en la que la opresión prima? ¡Es una locura! Es una Inquisición. Si el vecino me molesta con la música, pues le denuncio: me agredió en el ascensor. Que mi marido puede tener una aventura, pues le denuncio: me maltrata a puerta cerrada. O lo que es peor, utilizo a mis hijos contra él: abusa de ellos.

No quiero decir con esto que una mujer que denuncia no deba ser ayudada, protegida. Digo que debe emprenderse una investigación como en todo proceso penal, reunir pruebas condenatorias y por tanto demostrar que ha habido un maltrato por parte de una persona. Entre rejas hay muchos hombres inocentes, ellos también son víctimas y lo son tanto como las mujeres que realmente son maltratadas. Es más, las denuncias falsas no hacen más que daño a las mujeres que realmente necesitan recursos para protegerlas. Hay que informar a las mujeres sobre cómo han de denunciar. Si todos tenemos los mismos derechos, también los tenemos ante la ley. Si me han de condenar por un delito, que lo hagan mediante las pruebas pertinentes e irrefutables de mi culpabilidad. Hay muchas formas de lograr pruebas: grabaciones, cámaras ocultas, vecinos que pueden ayudar, testigos…

Esto me recuerda cómo es el modus operandi de las mujeres y de los hombres. Los hombres no son sutiles, a la hora de agredir no son escrupulosos. S matan eligen formas violentas, sangrientas. Las mujeres no. La típica viuda negra envenena poco a poco, es paciente, cauta… Del mismo modo que elige divorciarse de su marido y dejarle sin nada, sacarle la sangre, denunciarle ante la ley por un falso maltrato. Por suerte no todas las mujeres somos así, de hecho sigue siendo una minoría. Pero existe y es un delito como cualquier otro tipificado por la ley. Si nos paramos a preguntar por la calle a los sin techo de la calle, veríamos que muchos acabaron donde están tras un divorcio, que toda su pensión va directa a la ex mujer y por ello no tienen para vivir. ¿Acaso no es esto una situación que deba controlarse? ¿No tienen derecho estas personas a percibir su pensión o una ayuda si no tienen suficiente para pagar la de sus hijos y la suya propia?

Cada caso es único, no cabe duda. No soy juez ni abogado pero imagino lo duro que debe ser si uno sigue siendo fiel a sus principios profesionales de velar por los derechos de todos, discernir entre un maltrato real y uno inventado, porque puede haber vidas en juego… Es un tema escabroso, y el hecho de que deje tras de si tantas muertes no ayuda a que la sociedad mantenga la calma suficiente y necesaria para mantenerse objetiva. Las personas preferimos cerrar los ojos ante la horrible evidencia de que existan mujeres que sean capaces de hacer uso fraudulento de su derecho a ser protegidas y de su aparente fragilidad ante el sexo masculino, para manipular a otras personas, para obtener venganza o para beneficiarse, a costa de otras mujeres que quedan desprotegidas ante la falta de medios de atender todos los casos. Está habiendo un abuso y debemos frenarlo ya.

Muchas mujeres que lean esto se ofenderán o incluso escandalizarán, pero no debemos olvidar que si queremos realmente que exista igualdad entre hombres y mujeres debemos proteger los derechos tanto de mujeres como de hombres. En teoría el feminismo defiende la igualdad de derechos. Pero en la práctica, el feminismo no es mejor que el machismo, es simplemente el extremo opuesto de un mismo pensamiento egoísta. El hombre no es mejor que la mujer pero por supuesto la mujer no es mejor que el hombre. Por tanto el feminismo no tiene sentido. Únicamente el igualitarismo debe tener cabida en la sociedad y en nuestras mentes.

En definitiva: No concibo que en este país ni en ningún otro se pierda la esencia del derecho y se dicten sentencias condenatorias sin pruebas fiables que demuestren la culpabilidad del reo.

(Soy de izquierdas pero no gilipollas)