lunes, 14 de diciembre de 2009


MI IDENTIDAD “FRIKI”

Advertencia:
Este artículo, especialmente subjetivo y poco riguroso, así como cuestionable, es fruto de:
a) el aburrimiento
b) un bocata de paté
c) las holmiguitas
d) debería estar trabajando en vez de hacer el panoli


A raíz de una reciente experiencia paranormal me he visto en la situación de plantearme qué significa realmente ser “friki”.
La definición mayormente aceptada es la siguiente: Dícese de la persona que se dedica a algo con pasión, llegando incluso a la adicción. Se utiliza con connotación positiva o peyorativa. No obstante, entre los mismos frikis existen variaciones y discusiones acerca del mismo.
Pues bien, ante esta ambigua pero aceptada definición, sólo puedo decir "nolontiendo..."
Olisqueando por varias páginas de frikis y foros que tocan estos palos he podido percibir que el término tiene partidarios como detractores, que defienden su condición con orgullo o que por el contrario rechazan con fervor. En mi opinión, todo viene por la confusión entre dos anglicismos, véase, freak, que significa monstruo, fenómeno , o raro y el término friki, un derivado castellanizado para calificar lo que en países angloparlantes denominan geek y nerd.
Obviando que cada uno es libre de integrarse bajo los calificativos que le venga en gana, empiezo a pensar que es bastante contraproducente tratar de definir qué significa el término, así como defenderlo o retractarse del mismo. He de reconocer que hasta hace dos días he sido una gran defensora del concepto friki, pero a día de hoy no me sitúo ni en un extremo del continuo ni en el otro.
La razón es que el grupo es demasiado heterogéneo como para englobarlo bajo un término constrictor y reduccionista como éste y yo demasiado compleja como para ceñirme a él. Quiero decir que un friki puede tocar muchos palos o sólo uno. Puedes ser fan de Star Wars y no tener ni idea del SdlA, CdHyF, de Dune, de juegos de rol o de manga... Puede gustarte un poco de todo y es entonces cuando en muchos círculos eres un “renegado”. Puedes ser fanático de los botines de fieltro con lacitos fucsia y no entrar en esta categoría, o haber hecho un doctorado sobre la utilidad y beneficios del perejil en las culturas subsaharianas y tampoco encajar con el término. Es por esto que no acaba de convencerme... porque con la lógica no se explica. Es un término vacío de lo repleto que está de contenidos...
Cuando uno se siente parte de algo, como de un grupo de referencia, las decepciones llegan tarde o temprano porque el autoconcepto y la autopercepción que tenemos de nosotros mismos nunca van a encajar al cien por cien con ese estereotipo al que pretendemos ajustarnos.
Conocemos a personas con las que compartimos aficiones, personas afines y semejantes a nosotros y nos sentimos parte de ellos, pero en ocasiones descubrimos personajes que desentonan con nuestra imagen idealizada de nosotros mismos y nuestro grupo de pertenencia y ¡violà!: el conflicto.
¿Será que no soy realmente friki? ¿Será que ellos son la excepción que confirma la norma? ¿Son mayoría o la minoría?... Y entonces ya no entiendes nada. Ni falta que hace. Son personas y como tal son lo que pretendan ser, o eso creen... No importa si son o no son frikis, heavies, emos, hippies o lo que sea. A las personas se las conoce y se las juzga por su forma de comportarse y de mostrarse a los demás, no por lo que ellos digan de si mismos. Es una forma grata de evitarse decepciones y sobretodo, de ser justos con los demás Nuevamente topicazo: juzgar por las apariencias. (Tengo que decirlo: por muy fan de SdlA, Star Wars o CdHyF que seas, si eres un gilipollas eres un gilipollas)
He sido la primera a que le gusta ser identificada a simple vista por mi indumentaria como heavy, y por mis aficiones como friki. Pero como persona soy simplemente Yo y eso no lo describe ninguna tribu urbana. Parece obvio , pero para la mayoría de la gente no lo es. Sigo adorando el cuero y las tachuelas pero ya no me importa si un día me pongo un chándal cutre y salgo a pasear, cruzarme con un hermanito metalero y que no me identifique como tal. No me importa si no me entero de nada cuando en un grupo hablan de manga, o si debaten si la palabra original para klingon, tlhIngan, se pronuncia así o asá, o de qué color van a ser los calzoncillos de George Martín esta nochevieja porque simplemente no me interesa. No por ello soy menos que nadie, ni menos friki, ni menos nada.
Aunque nunca he tenido problemas de integración con lo que venían siendo mis grupos de referencia, sí hay conflicto interior, precisamente porque el concepto no encaja con lo que veo en la realidad. Solución: fuera conceptos, únicamente limitan y oscurecen la imagen real de cómo somos las personas. Si nos hace sentir bien seguir incluyéndonos en una categoría urbana, fenomenal, pero sin olvidar nunca que solamente existe en nuestra mente y que no se corresponde necesariamente con lo que otra persona entiende del mismo término. Y si no son hacen sentir bien es que algo falla...
... Y eso
... pofale

Es hora de trabajar un poco.

2 comentarios:

Ivi dijo...

gigi has expresado muy bien lo k mucha gente piensa pero no se atreve a decir,el que es friki,es friki de todas las maneras.Tu eres friki de la cabeza a los pies y tu lo sabes bien.No se puede ser tan radical como alguna gente,creyendose los amos del planeta ,pero bueno menos mal que hay gente para todos los gustos.Sigue asi ,expresando lo que ronda por tu mente,me gusta mucho.chao.

Erika Aguilar dijo...

yo soy friki a mi modo
no me se todos los personajes del juego de tronos, se me olvidan partes de las peliculas y no soy una fanatica con la habitacion llena de muñecos pero soy friki
y hale que se chinchen :P

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